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En movimiento
Pero aun así, la cautivó. Se agachó y sintió la tentación de tocar la cosa extraña. Su dedo estaba justo encima cuando la sustancia viscosa le dio un gran susto. Empezó a latir con fuerza. Pasó de pequeño a grande. Casi parecía una medusa, pero si era así, era la más extraña que había visto nunca.