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El hombre pálido
El científico retrocedió unos pasos y se sentó en una silla contra la pared. Durante un minuto, se quedó mirando el espacio vacío que tenía delante. Natalie nunca había visto que el estado de ánimo de alguien cambiara tan rápidamente de excitado a casi asustado. La visión de aquel hombre ponía nerviosa a Natalie.