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Al llegar al dormitorio
Al llegar a lo alto de la escalera, apareció un dormitorio débilmente iluminado. En el centro había una vieja cama con una pila de sobres cerrados cuidadosamente colocados encima. Miranda se acercó, pensando sólo en hacerlos pedazos. Por si acaso, abrió uno y lo leyó con impaciencia.