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¿Jugando?
Dentro de la carta, en lugar de palabras sinceras o el gran cheque que ella habría esperado, había una lista de instrucciones peculiares y extrañamente específicas. Los ojos de Miranda se entrecerraron en señal de sospecha. Esto no era lo que ella había previsto, así que la confundió aún más. “¿Ese estúpido está jugando conmigo?”, dijo en voz alta.
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