Advertisement
Conduce hasta allí
Miranda cogió la llave y el papel a regañadientes. Subió al coche y condujo hasta la dirección. Cada curva que daba en la carretera aumentaba su fastidio. Sus pensamientos se agitaban tratando de descifrar el enigmático rompecabezas final de su marido. El trayecto le pareció eterno, pero entonces vio el destino final.