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Ven conmigo
La juez se levantó e invitó a su hija y a Bill y, por supuesto, a la pequeña Hannah a que la acompañaran a la trastienda del juzgado. Allí tenía su propio despacho, donde podrían repasar juntas el contenido de la foto. “Esto es lo más increíble que he visto nunca”, dijo la juez.