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Crece la fijación
Y la cosa no quedó ahí. Durante las dos semanas siguientes, Hannah llamó repetidamente “Mamá” a mujeres mayores Y la fijación por la foto familiar del salón no hizo más que crecer. Todos los días Judy encontraba a su hija mirándola fijamente. Incluso acariciando el marco que la rodeaba. Y pronto descubrirían por qué.