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Su disculpa
George se quedó atónito. En su mente aún estaba trabajando en su disculpa, así que el hecho de que supiera su nombre le pilló un poco por sorpresa. “En primer lugar, me gustaría disculparme sinceramente por haberte silbado esta mañana”, dijo George. “Pero, ¿cómo sabe mi nombre, señorita Sánchez?”