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Otra vez hombres trajeados
Los tres hombres trajeados de antes estaban ahora dentro de su tienda. Miraron a Jorge con una expresión severa y carente de emoción en sus rostros. “Señor, necesitamos que nos acompañe. Fuera hay un coche esperándole”, dijeron. Jorge dudó, pero aquellos hombres corpulentos no aceptaron un no por respuesta.