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¿Cómo te llamas?
Edward ignoró el miedo en los ojos de su mujer, igual que ella decidió ignorar la grave situación del niño. Se acercó al chico necesitado e intentó entablar una conversación. “¿Cómo te llamas, joven?” Preguntó Edward con voz amable. Pero la mirada del chico se detuvo en la mujer de Edward y no respondió a la pregunta.