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Soy Themba
El chico se dio cuenta de que Edward estaba cada vez más nervioso. Así que, para calmarle, le dijo su nombre. “Por cierto, soy Themba. No te preocupes, ya casi hemos llegado”, dijo. Edward observó el entorno con asombro. “¿Cómo puede alguien vivir en estas condiciones?” Habló en voz baja.