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Primera reacción
La cara del hombre se llenó primero de ira. “¿Por qué esta gente se cree con derecho a pagar mi factura? Como si yo no fuera capaz de pagar mis propias deudas. ¿Qué derecho tienen a menospreciarme así delante de mis padres?” Pero poco después de esa emoción inicial, la rabia se convirtió en confusión.