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El mensaje
El millonario no podía creer lo que estaba oyendo. “¿Qué han hecho esos pobres imbéciles?” Su mirada se volvió hacia abajo, y miró el billete que tenía delante. Y en ese momento, fue como si un rayo le atravesara el corazón. La nota decía lo siguiente “No olvides de dónde vienes, Bernard Campbell”