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¿Contento ahora?
Su madre le miró con fijeza. “De acuerdo, quizá ya es hora de que lo sepas, da igual”, dijo, ligeramente molesta. “No somos tus padres biológicos. Te adoptamos nada más nacer. ¿Estás contento ahora?” Pero Bernard no estaba contento en absoluto. Tenía la cara hinchada y los ojos llenos de ira.