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Una lámpara y un perro
El lugar era hipnotizante, y lo que más le sorprendió fue que del techo de la cueva colgaba una gran lámpara minera. Estaba ardiendo, lo que significaba que la electricidad se dirigía hacia este lugar. John miró más a su alrededor y entonces vio a un perro de tamaño mediano tumbado sobre una vieja manta.