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Llevándose los expedientes
El médico estuvo de acuerdo. Era una noticia dura de asimilar para cualquiera. “Tómate tu tiempo”, dijo con una sonrisa amable. Natalie preguntó si podía llevarse los expedientes al pasillo. La doctora accedió, mirando a la emocionada madre con cara de confusión. Pero Natalie tenía una buena razón para pedirlo.