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Una familia más grande
El rostro del anciano se llenó de emoción. “Sí, sí, me gustaría”, dijo. Lucas abrazó a su nieto por primera vez y admitió haber soñado con este momento durante años. El rostro de Ben era todo sonrisa. Había encontrado a su padre, y su propio hijo había ganado un abuelo y dos tíos.