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Explicación final
Se oyó la voz de un hombre. Antes de que pudiera terminar su saludo, Elizabeth soltó: “¿Dónde están mis bebés?” Hubo una pausa al otro lado. Luego, en un tono más suave, el hombre dijo: “Eres Elizabeth, ¿verdad?” Estaba claro que sabía por qué los llamaba.