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Celebraciones
Sarah y Jake disfrutaron cada segundo de aquel día. Hubo actuaciones, se exhibió arte y la comida, preparada por todo tipo de locales, fue espléndida. Tenían la sensación de que el día no acabaría nunca y de que era una experiencia única en la vida por la que estaban muy agradecidos. Pero nunca se lo contaron a nadie