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Cada vez más alto
El misterioso estruendo era cada vez más fuerte y parecía proceder del denso bosque cercano. Jake, atraído por el sonido, empezó a avanzar hacia los árboles. “¡Jake, espera!” Gritó Sarah, que no quería quedarse atrás. Tras vacilar un instante, le siguió y se adentró en el sombrío bosque.