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¿Irse?
Sintiéndose algo desanimada, Sarah se dio la vuelta para abandonar la recepción. Al caminar, sus pasos resonaron ligeramente en el pasillo embaldosado del hotel. Por desgracia, la reacción de la recepcionista le había dejado más preguntas que respuestas. A cada paso, intentaba sacudirse la decepción, hasta que llegó a la esquina…